PERMANENCIA

Todos, o la mayoría de nosotros, tenemos el deseo de ser alguien en la vida; queremos que nuestra vida cuente para algo que sea más grande que nosotros mismos, sin embargo, muchas veces buscamos el éxito en los lugares equivocados o con las motivaciones incorrectas.

Sobrevaloramos lo que puede suceder en un periodo corto de tiempo y subestimamos el impacto generacional que una vida de fidelidad y permanencia en los principios de Dios puede generar.

Nos hemos vuelto adictos a lo nuevo dejando, muchas veces, la virtud de la permanencia; Jesús prometió: El que permanece en Mi dará mucho fruto, pero el que no permanece en mí nada puede hacer.

Los grandes hombres de la fe son caracterizados por permanecer a pesar de las circunstancias; el legado que dejaron estuvo definido, no por lo que hicieron ocasionalmente sino por lo que hicieron constantemente (permanencia).